miércoles, 31 de octubre de 2007

Últimas novedades de Queenstown.

Terminé con el labour.
Emotivamente el lunes me despedí de todos en la construcción y la verdad que caí en la cuenta de lo buena que estuvo la experiencia y de que, para mi sorpresa, todos los muchachos estaban nostálgicos con mi partida. Casi que me no me quería ir. Y prometí volver para tomar unas birritas con ellos algún dia…
Además, antes de irme hablé con el jefe de obra de otra constructora que trabajaba en la misma construcción que al saber que me iba porque no me podían aumentar me dijo que me podía conseguir un laburo mucho mejor pago, así que capaz que sale algo por ese lado…

En el bar estoy muy contento. Hay muy buena onda y el trabajo es bastante relajado… Generalmente mi laburo es preparar los platos para los chef, lo que implica conocer cada uno de los platos del menú, saber si va en plato grande, mediano o chico, si va con ensalada al costado, al medio o sin, saber que salsa lleva, si va con condimentos adicionales, decorarlos y más… Pero las últimas 2 veces me toco lavar los platos en vez de prepararlos, lo cual suena peor pero no fue tan grave. Es más relajado y tenés que pensar menos, lo cual hace que sea bastante pasajero y distendido. El laburo es perfecto para un gordo como yo, ya que puedo ir picoteando de las sobras de todos los platos. Je! Además después del laburo nos invitan unas birritas en la barra y un par de veces nos fuimos con los muchachos a algún otro bar a jugar unos pooles…

Estoy viviendo con el Gary (Miguel Rodriguez Grimaldi), un argentino horquetense ex Godspell y Marin, hijo del dentista de mi hna querida Carito y hermano de una ex-compañera de tb de Caro y además amigo del Luigi (que fue quien nos puso en contacto). Miguelito labura en un backpacker los findes y a cambio le dan una cabin (mini casita con cocinita, baño living tele y cuarto con 2 camas, con una ubicación de locos – vista al lago y las montañas con picos nevados y todo) en la que solo tenemos que pagar los gastos de la electricidad! Y encima, poniendo la notebook en la ventana llegamos a arañar la señal de internet wi-fi del Backpaker!! Un golazo de chilena!!!!

Nos organizamos con Mikel para tener los 2 el martes y miércoles libres para salir a recorrer. El martes nos fuimos a Milford Sound que es un lugar “aparentemente” alucinante de lindo del sur de la isla sur. Son unos fiordos que son montañas altas y selváticas (forrest rain) cuyos valles están inundados por el mar generando paisajes espectaculares. Además Gary conseguía gratis la excursión en barquito por intermedio del backpacker (cuesta como 150 dolares!!!), así que agarramos la nave (Gary manejaba, obviamente) y nos fuimos para allá. En el camino levantamos a una pareja de franceses (Anna y Max, de 22 y 23 años), muy simpáticos que estaban haciendo dedo y que también iban para Milford. Dije “aparentemente” porque cuando llegamos, llovía de lo lindo y nos desayunamos con la noticia de que acababan de cerrar el camino posibilidad de avalanchas. Bajón! Habíamos hecho 200km y nos cerraron la puerta en la cara… Ya era muy tarde para ir al otro fiordo (Doubtful Sound) que algunos dicen que es tan o más lindo que Milford (que es el más turístico), así que nos fuimos a tomar un café y a pensar que hacíamos… Finalmente decidimos desembolsar 50 dolares para ir a un tour a unas cuevas, a las que te llevan en un catamarán y que era lo mejor que nos quedaba para hacer. Así que fuimos nomas a las cuevas. Tuvo bueno. Es una cueva bastante grande y larga, toda armada turísticamente a los NZ, con pasarelas de metal y hasta viaje en botecito por adentro de la cueva. La curiosidad de la cueva es que unos gusanos pegados a las paredes que brillan para atraer a los insectos y que se los morfan nomas, los Glowworms. La definiría como una visita “pintoresca”.
MILFORD: “VOLVEREMOS!!!”

A la noche nos volvimos con los franchutes que les venía bárbaro venirse a Qtwn y terminaron durmiendo en casa, tomando unas birritas y cantando los himnos arg y fra con las camisetas puestas y todo. Es más, con Max hicimos intercambio de casacas para ir al bar. La verdad que muy copado poder conocerlos. En el bar tb conocí a un Suizo al que le pedí que leyera mi apellido y lo filmé, así que en el blog prontamente se podrá conocer la verdadera pronunciación de Wyler. Es más, me dijo que tenía un amigo con el mismo apellido y todo.
Acá en estos días es Halloween, así que TODO el mundo sale disfrazado a los bares y demás. Es un show…

El miércoles aprovechamos para dormir de lo lindo, nos despedimos de los Franchutes, almorzamos y nos fuimos a recorrer los pueblos de los alrededores de Qtwn. Pensabamos ir a Arrowtown y Wannaka, que “aparentemente” son pueblos harto lindo de los alrededores. Pero digo “aparentemente” porque en el camino nos decidimos unos 8km para que yo pueda conocer Coronel Peak, que es uno de los centros de ski de Qtwn. Sacamos las fotos de rigor, y cuando estábamos volviendo vimos un cartel que decía Skippers 22km, solo 4x4. E improvisamos un giro y sin darnos cuenta terminamos en el lugar más lindo que conozco de NZ hasta el momento! Empezamos a embalarnos por un camino de cornisa todo de tierra, que zigzagueaba en las montañas de un Cañón que a sus pies tenía el rio Shotover, uno muy famoso acá. Después de 2 horas de ir a 3km/h, girando y girando en la falda de la montaña, de que después de cada curva o subida encontrarnos con un paraíso inimaginable, de cruzar puentes colgantes, meternos en bosques misteriosos, ver decenas de liebres y águilas, completamos los 22km sin tener ni idea de que sería el lugar al que nos dirigíamos. Y para nuestro asombro llegamos aun pueblito abandonado pero todo restaurado, donde vivía gente allá por los 1870 que trabajaba en el negocio del oro. Una escuela, un hotel, una cancha de cricket y unas casitas era todo lo que había. Pero cada una ubicada en un lugar casi inaccesible con una vista soñada. Lo que flasheamo’ con el Gary no tein nome… Una espontaña travesía a lo desconocido que terminó siendo el descubrimiento del lugar más lindo que conocí hasta hoy en NZ. Un flasheo total…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Grosooooooooooooo Wyler!
Le polec