Labourer's Life

Como supo vaticinarse en “We Will Rock You”, Juampi se convirtió en ‘Bob The Builder’...

Mi primera tarea como “labourer” fue ayudar a Paul (un inglés de 25 pirulos) a preparar la estructura de un piso, lo que implicó agarrar el martillo neumático y emparejar los bordes para luego medir, cortar y colocar el tergopor bajo los fierros. Estaba copadísimo, ya que pensé que sólo iba a ir a cargar bultos y ordenar la obra. Pero lamentablemente no me había equivocado: Mi primera tarea fue algo extraordinario a mis actividades básicas, que eran barrer, palear, juntar y tirar basura, ordenar maderas, chapas, fierros, tablas, buscar herramientas y toda actividad de “che-pibe” que se te pueda ocurrir. Muy loco ser el más raso obrero y tener que bancarse que te pidan las cosas que justamente ellos no quieren hacer porque son un bajón… Pero de eso se trata un poco la experiencia, o no? Y es muy gracioso la cara que ponen cuando te preguntan a que te dedicas y les decís que sos ingeniero…

Es realmente aburrido y cansador este laburo, pero tiene ocasionalmente algunos momentos de esplendor como cuando vino el camión a echar todo el cemento fresco en paredes y pisos, o cuando ves las grúas (Majo, te morirías… JE!) colocar los rieles o las máquinas cavadoras romper y nivelar los terrenos. Además empezás a entender un montón como son las técnicas básicas de la construcción que son muy interesantes. Y lo más estimulante del laburo es tomarse unas birritas a las 4 de la tarde con los obreros o el “hoogie” de los viernes (es un conjunto de carne de cerdo, vaca, cordero y pollo con varias verduras que se cocina todo en un pozo en la tierra… Exquisito!). Que obviamente viene acompañado de las conversaciones de mi jefe (un kiwi, rubio, de ojos increíblemente celestes, cuarenton que se las tira de pendex y que putea más de lo que respira) con los otros jefes de obra y el resto de los secuaces. Un espectáculo admirable…

Una experiencia dura, pero altamente recomendable. Hasta que me atrevería a decir que uno no es realmente ingeniero hasta que no mama la vida de una obra o planta.

Y si. Un laburo de negro o me gané la lotería? Todo depende de cómo lo mires…:

• Tuve que cargar miles de baldes bastante pesados y bajarlos por las escaleras. Imagínense que estuve varias veces más de 4hs cargando baldes y subiendo y bajando las escaleras como 300 veces (ya las conozco de memoria! Je!). Tuve que bajar mil veces a buscar esta o aquella herramienta o a guardar aquella o esta otra (aprender los nombres en inglés de las herramientas fue otro tema). Un bajón… Pero date cuenta que tengo mucha suerte de que este edificio que construimos sea solamente de 2 pisos!!!


• Tuve que levantarme a las 6am, habiendo dormido menos de 6hs y laburar con lluvia, nieve(!), viento y mucho frio. Pero me veía vestido de obrero y me olvidaba de todo.


• Tuve que morirme de hambre por no avivarme de llevar la viandita el primer día. Pero cuando salí del laburo a las 17hs me fui a Ferburguer (que es un lugar de hamburguesas clásico de Queenstown), donde me clavé una hamburguesa más grande que el plato hasta que no podía más de lo pipón, relajado en que ahora me podía dar el lujo de hacer el gasto porque tenía trabajo!


• Tuve que hacer fuerza y levantar tablas, fierros y plataformas muy pesadas. Lo que me indica que tengo mucha suerte de hacerlo a los 27 años (y no a los 60 como varios de acá!).


• También tuve que pararme 2 hs con un cartel de “stop” cortando el tráfico. Pero con la suerte de que levantando la vista encontraba el lago y la montaña para reconfortarme…

Pero lo que realmente me hace un afortunado es que hago este laburo temporalmente y por elección personal… Y la paso bien!