lunes, 21 de enero de 2008

Cambalache de los últimos días en Sydney...

Nos fuimos de Avalón pero no sin algunas otras anécdotas interesantes…

Era sábado y la muchachada del Avalón BP partió rumbo a la noche de fiesta de Manly. Éramos como 20, mezcla de españoles, chilenos, alemanes, ingleses, israelitas, franceses, argentinos… Desde el vamos el bondi era una fiesta. Los aussies son muy estrictos con el alcohol en las calles por lo que era divertido ver las maniobras de los muchachos para esconder el tetra, mientras que en paralelo éramos testigos de los más finos (y grotescos) chamulles y hasta conocimos una argentina que se sumo esa noche al grupo. Pero quién hubiera dicho que todavía quedaba mucho más… A eso de las 2 y media de la mañana, faltando solo media hora para que cerrara el boliche, lo echan a Juancho por borracho, cosa que no era cierto y segundos más tarde, por defender una injusticia, nosotros también fuimos a parar a la calle.

El último domingo no trabajábamos y nos propusimos disfrutarlo al máximo. Planeamos ir a las playas de Manly y de paso hacer un paso por el Warringah Mall. Lamentablemente no salió como esperábamos. Para empezar al señor se le ocurrió lavar la ropa minutos antes de salir y no nos quedó otra que esperar que termine el lavarropas para colgarla. Así perdimos el bondi y tuvimos que hacer dedo, no una sino TRES veces, para calmar la ansiedad de Agus que no soportaba perderse el mejor horario de sol y playa. Llegamos al shopping las dos de la tarde. Era tan grande que hasta que nos ubicamos perdimos tiempo en mil lugares que no valían la pena y recién encontramos los locales piolas cuando el shopping estaba cerrando. El fastidio de la enana iba en aumento. Pero la peor decepción fueron los truenos y el diluvio que nos esperaba a la salida… Nos quedamos sin el pan y sin la torta y para colmo la ropa de Juampi, que nos hizo retrasar para poder colgarla al sol, terminó pasada por agua.

Una de las despedidas más emotivas fue la de decirle adiós (y hasta nunca?!) a los quehaceres de la casa. Fueron tareas arduas, pero sí que valió la pena aprender de esas cuestiones tan fundamentales y por supuesto llenar el bolsillo con mil dólares en solo 10 días. Buena onda, no?

Nuestra última noche en Avalón festejamos a lo grande arrastrando a todo el backpacker a lo que intentó ser un fogón y guitarreada en la playa. El fuego duró solo 10 minutos y a la guitarra le faltaba guitarrista. La agarró Chini para intentar salvar la situación pero no llegó muy lejos con su acotado repertorio en inglés… (¡A practicar!). Aún así la pasamos de maravillas y nos despedimos bajo una noche estrellada de lo que fueron dos semanas sensacionales.

El 16 fue un día importante, volvimos a Sydney para consumar el regalo de cumpleaños de Juampi a la Coquet… LE GRAN CIRQUE en el Concert Hall de la Opera House!!! Sentados en la fila 8, bien en el medio y a solo 3 metros del escenario (ubicación perfecta!), no podíamos salir del asombro de lo que estábamos viviendo. Agus estaba excitadísima con todo, la tendrían que haber visto… Un momento TOP!

PÁNICO EN CENTRAL STATION! Argentina de 23 años bate record mundial de salto en alto a los brazos de su amado, al divisar un minúsculo y adoraba roedor. Llegaron reportes de que el grito se escuchó hasta en el Tibet y lo gracioso del suceso es que no se esperaba encontrar con otras cuatro ratas inmensas jugueteando en los alrededores.

2 comentarios:

luis.W dijo...

Parece que andamos flojos de comentarios. Pero aqui seguimos firmes en el seguimiento diario. El problema es cuando se junta el viaje de alla con los de aca. Beoso y sigan disfrutando.

Anónimo dijo...

primero almeyda y ahora el bati! te recuerdo, la envidia no es sana! jaja te quiero! besos